“Jesús hizo en presencia de sus discípulos muchos más signos de los que han sido recogidos en este libro. Estos han sido escritos para que creáis que Jesús es el mesías, el Hijo de Dios; y para que, creyendo tengáis en él vida eterna.”
(Jn 20, 19-31)
Hoy es fácil hablar de los apóstoles reunidos “a puerta cerrada” o de las dudas de Tomás. También de la insistencia des resucitado en ofrecerles paz a aquellos discípulos amedrantados por el miedo. Sigue leyendo