Señor Jesús, te pedimos que nuestras comunidades sean acogedoras sobre todo con los pobres, los refugiados, los marginados.
Entre ellos, los más desprotegidos son los menores de edad; no conocemos a fondo sus situaciones tan penosas.
Te pedimos poner en juego un corazón grande y una acción eficaz para contribuir a la resolución de estos problemas.