Miércoles 4

Ser-cristiano-en-el-Mundo-Actual-MVC

Señor, tú ya lo sabes, mas déjame decírtelo otra vez: soy una persona que llama y suplica, llora, sufre y duda; pero soy también alguien que se entusiasma, canta, ensalza y disfruta de la vida.
Soy una persona herida, caída, fracasada; y soy también alguien que revive, se alza e ilusiona cada día de un modo nuevo.
Soy aspiraciones sublimes y debilidades infantiles, gritos de fe y llantos desesperados, pregonero de libertad necesitado de leyes, ráfagas de claridad y tinieblas permanentes, coleccionista de impermeables que busca empaparse,
impulsos de generosidad y mezquindad, campo lleno de contradicciones…
Soy tu hijo, y necesito el contacto de tus manos, el calor de tu aliento, la sonrisa de tu rostro, la seguridad de tu regazo… ¡y sentirme libre más que el viento y mis sueños!

¿Has venido aquí a atormentar a los demonios antes de tiempo?
Mt 8, 28-34

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