18 de diciembre… María de la Esperanza

Oh
¡Y qué cortos y qué largos
se hicieron los nueve meses!
Cortos para mi cabeza,
para el corazón, muy breves.

Cada noche miro al cielo
y recuento las estrellas.
Falta una y yo lo sé.
¡Pero qué ganas de verla!

José me mira y me dice:
¿Cómo estás? ¿Cómo está Él?
Le respondo: Yo esperando
y Él ardiendo a todo arder.

Lo creo y no me lo creo,
no me lo puedo creer,
pues sé que Él es más que hombre
siendo yo sólo mujer.

¿Y Tú, pequeño mío,
cómo vas a poder
liberar a este mundo
que esclavo quiere ser?

Temo que no será fácil,
mi amor,
que no será fácil ser
salvador.

Si yo he sido pobre,
Tú lo serás más.
Porque Dios es pobre
si es Dios de verdad.

José Luis Martín Descalzo, 1930-1991

A nuestra hermana Comunidad Cristiana de la Esperanza de Gijón en su día.

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