Vísteme con tu Palabra
y déjame aquí,
en el corazón del mundo,
en las entrañas de la vida,
en el campo de todas las batallas,
en el cruce de caminos antiguos y nuevos,
en el lagar de los sueños,
en el no de la esperanza
sin otro abrigo,
sin otras armas.
Y verás cómo aprendo estando así,
sólo cubierto con tu Palabra,
que cuando Tú nada dices
es que algo pasa