Durante estos días, hemos visto en todos los canales de este país, el desastre provocado en Texas por las inundaciones del Harvey. La presencia del mediático presidente Trump y las donaciones millonarias de actores y multimillonarios. Se contabilizan mas de 30 muertos producidos por esta tormenta devastadora. Casas inundadas, aeropuertos sin aviones, carreteras anegadas e innumerables problemas causados en el país más poderoso y rico de la tierra. En definitiva un suceso trágico para todas las personas que lo sufren, sobre todo para los más pobres en recursos, a las que espero se ayude y no pase el tiempo y les ocurra como con el Katrina, que después de las cámaras no llegaron la mayoría de las ayudas para la gente que realmente lo necesitaba.
Pero lo que las televisiones no nos han informado suficientemente en España, abriendo telediarios o en primera plana de los periódicos es del «otro desastre» que está ocurriendo en la otra punta del planeta.
Se calcula que han muerto mas de 1200 personas en Nepal, la India y Bangladesh. El monzón ha provocado las peores inundaciones que se recuerdan en años.
Según Naciones Unidas, 41 millones de personas han resultado afectadas por las inundaciones que apenas ahora comienzan a remitir, aunque otras organizaciones humanitarias hablan de 16 millones de damnificados.
El campo, las casas, los negocios, las pobres y viejas infraestructuras están ahora bajo el agua. El campo y sus cosechas han quedado devastadas, lo que provocará carestía de alimentos en unos países donde el hambre no es un desconocido. El trabajo escaseará para miles de personas, lo cual impedirá que tengan lo suficiente para poder mantener a sus familias, todo esto provocará que todos ellos tengan que vivir de la beneficencia y ayudas tanto estatales como internacionales.
El Programa Mundial de Alimentos , la mayor agencia humanitaria de Naciones Unidas, anunció que ha iniciado una distribución urgente de raciones de alimentos para 200.000 personas en el noroeste de Bangladesh, que tiene la mitad de su territorio inundado, en este país se han perdido cerca de 600.000 hectareas de cultivos.
En la India, el estado de Bihar es el más dañado. Alrededor de 8.300 aldeas en una veintena de distritos se han inundado, de 800.000 personas han sido evacuadas.
Decían las abuelas que ante la muerte todos somos iguales, pero me parece que en este caso se equivocaban. Para los medios no todos los muertos son iguales, (salvo excepciones) parece que diferenciamos entre negros, blancos y amarillos, entre países amigos o lejanos, entre países desarrollados e inviables. Como si lo que ocurre allá a 8.000 km fuera algo difuso y lejano. Repitiendo la cantinela, de como son tantos, es algo normal que ocurra.
El cambio climático está ya aquí, y está para quedarse. Que Dios nos halle confesados (esto lo dice mucho mi madre).
Esto no tiene arreglo.
Abdías.
Comunidad Anawin Zaragoza 